Fue declarado como el árbol nacional de Costa Rica el 31 de agosto de 1959, bajo el gobierno de don Mario Echandi Jiménez, por decreto No. 7.
El árbol de Guanacaste fue escogido como homenaje a los guanacastecos por su anexión a nuestro país en 1824. Al mismo tiempo, también se debió a su hermosura y verdor cuya inmensa sombra se asemeja a la protección que el Estado brinda a todos los costarricenses.
Guanacaste viene de una lengua azteca, el náhuatl, en la que Guautil es árbol y Nacaztli quiere decir oreja, por lo que nuestros aborígenes lo llamaban «arbol de oreja», ya que los frutos del mismo se parecen a las orejas de las personas, unas vainas duras de brillante color café con forma de oreja.
Su nombre científico es Enterolobium Cyclocarpum, perteneciente a la familia Fabaceae Mimosoideae. Es un árbol de tipo caducifolio y es considerado un árbol vivaz, por su potencia y larga vida, que va de los 60 a 70 años. En estado natural, se distribuye en ambos litorales, tanto el Pacífico como el Atlántico, pero es más común en el Pacífico Norte, motivo por el cual se le asignó a la provincia de Guanacaste con su nombre.
Este árbol tiene su copa muy ancha, con una extensa frondosidad de sus ramas, y un permanente verdor. Puede alcanzar hasta 15 metros de alto y 4 metros de diámetro; su tronco es grueso, de un color gris claro con matices. Su flor es blanca y con estambres largos; su fruto es una legumbre que sirve de alimento a la fauna silvestre y al ganado. Las semillas se usan para elaborar artesanías, al igual que los frutos. Además, se les usa como materia prima para la elaboración de jabón por su alto contenido de saponinas. En Costa Rica generalmente florece entre noviembre y marzo y produce frutos entre enero y mayo.
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